Grandes Ligas

Fernando Valenzuela lanza emotiva primera bola

En una emotiva y épica ceremonia que incluyó a Vin Scully y Steve Yeager, Fernando Valenzuela hizo el lanzamiento de la primera bola.

Antes de que iniciara el juego 2 de la Serie Mundial ayer en Dodger Stadium, el legendario Vin Scully salió a hacer el lanzamiento de la primera bola pero nadie contaba con que veríamos una escena muy nostálgica, emotiva y épica.

Ya de por si que haya salido el gran Vin Scully fue mucha emotividad para los aficionados de los Dodgers y los aficionados del béisbol en general (pues no se puede negar la gran trayectoria de Scully).

Scully lanzó un gran monólogo mientras se dirigía al centro del diamante ante los miles de aficionados que se dieron cita en Chávez Ravine. En él, hablaba de lo mucho que había practicado ese lanzamiento y donde esperaba no “regarla” y darle un mal espectáculo a los aficionados.

Justo cuando terminaba de decir esto alzaba la mirada hacia el home y oh sorpresa: no había quien le recibiera el lanzamiento. Ante esto, pidió un receptor para poder hacer el lanzamiento de la primera bola.

El sentimiento se incrementó todavía más cuando el receptor que saltó al terreno fue nada más y nada menos que Steve Yeager; jugador más valioso de la Serie Mundial de 1981 junto con Pedro Guerrero y Ron Cey así como también campeón de la misma.

Yeager saltó al terreno usando su casaca de los Dodgers y luciendo su mítico número 7 en la espalda.
Antes de lanzar, Scully le explicó a Yeager que el único problema que tenía era que su recta (bola rápida) era la misma que su cambio y que esperaba que eso no fuera problema para el ex-receptor.

Y (ahora sí) Scully estaba a punto de lanzar, tomó vuelo pero ¡oh, oh! Dijo que escuchó como tronó su manguito rotador, inmediatamente bajó el brazo y se disculpó con la afición; pues no iba a ser capaz de hacer el lanzamiento ceremonial.

Claro que Scully tenía un as bajo la manga y, como todo mánager, necesitó llamar a su bullpen para traer a un lanzador zurdo. “Necesito un zurdo” exclamó Vin ante la algarabía del Dodger Stadium. Justo cuando Scully terminó de preguntar “¿hay algún zurdo disponible?”, emergía entre la multitud y salía desde el dugout el orgullo de Etchohuaquila, “El Toro” Fernando Valenzuela y la nostalgia ya no nos cabía en el cuerpo para ese momento.

Vin exclamó “¡oh dios mío, Fernando Valenzuela!” y el repleto Dodger Stadium estallaba en júbilo y aplausos para el sonorense que vestía la casaca de los Dodgers con su legendario número 34.

Scully le entregó la bola a Valenzuela y el zurdo lanzó como en sus mejores tiempos mientras Vin se quedaba a admirarlo justo como lo hacía mientras era cronista del equipo.

Para cerrar la emotiva ceremonia, en una imagen que perdurará Scully, Yeager y Valenzuela se juntaron en la lomita y terminaron con la célebre frase de Vin: “It’s time for Dodgers baseball (es tiempo de béisbol de los Dodgers)”.

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