México logró hacer historia este domingo en el Estadio Edgar Rentería de la ciudad de Barranquilla, en Colombia; pues lograron vencer en entradas extra 2-1 a Japón para coronarse campeón del Mundial Sub-23.
La selección nacional llegaba con apenas dos derrotas al certamen; una ante Japón en fase regular y la otra ante Corea del Sur ya en la súper ronda. Por su parte, los nipones llegaban sin conocer la derrota a la final del certamen.
La novena mexicana salió así: Marco Jaime (SS), Norberto Obeso (JI), Roberto Valenzuela (2B), Julián Ornelas (1B), José Carlos Ureña (JD), Alan García (BD), Orlando Piña (C), Bernardo Heras (3B) y Fabricio Macías (JC); mientras que el lanzador abridor fue Carlos Morales.
Morales lució gran serpentina; pues tras labor de 8 entradas apenas permitió un imparable de los japoneses sin carrera. Por el otro lado, el lanzador Hiroki Kondo mantuvo también en blanco a la ofensiva azteca; más sin embargo el permitió 7 hits.
La pizarra se mantuvo empatada en 0 durante las 9 entradas reglamentarias; por lo que llegaron las entradas extra al estadio Edgar Rentería.
Fue hasta la parte alta del décimo capítulo que se movió la pizarra. El décimo rollo inició con las reglas de entradas extra que rigen en WBSC; Ángel Erro se colocaba en segunda y Orlando Piña en primera para iniciar la entrada sin outs.
Walter Higuera entraba como corredor emergente por Erro. Bernardo Heras abrió la tanda con toque de sacrificio para avanzar a los corredores. Vino entonces el turno de Fabricio Macías, que bateó sencillo para mandar a Higuera y Piña a la registradora; poniendo la pizarra 2-0 a favor de la selección nacional.
Para la parte baja del 10mo. episodio, Taiga Matsuo se colocó en segunda y Ryosuke Kishisato se colocó en primera. Tocó el turno al bat de Yasuhito Uchida, que se sacrificó con toque para avanzar a los corredores.
Siguió el turno para Hisanori Yasuda, quien rodó de out pero permitió a Matsuo anotar el 2-1. Tras esto, Kento Harasawa recibió pasaporte.
Sergio Alvarado entró al relevo, pero entró descontrolado y le regaló pasaporte a Kengo Horiuchi para llenar los senderos de japoneses con dos outs en la pizarra.
Llegó entonces Erick Casillas a relevar para buscar el out del título. En este punto del encuentro un batazo cambiaba todo; si era out, México quedaba campeón, pero si era imparable muy probablemente Japón iba a dejar tendido a los nuestros.
El turno era para Kenji Nishimaki. El nipón elevó al jardín derecho, donde José Carlos Ureña capturó la pelota para el tercerout y terminar el encuentro; dándole el título a México.
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