El dopaje de Japhet Amador y su suspensión en Japón, el caso de violencia doméstica de Roberto Osuna y su suspensión en MLB, Esteban Loaiza y su sentencia en prisión por tráfico de drogas, y ahora el caso de violencia doméstica de Julio Urías.
Estos cuatro han sido los casos más recientes que han levantado polémica y han dado de qué hablar donde se involucran peloteros mexicanos. Peloteros que fueron estrellas en la liga donde jugaban o que pintan para serlo.
Tras escuchar el caso más reciente de Urías la mañana de este martes, llega a nuestras mentes la siguiente cuestión: ¿qué está pasando con los peloteros mexicanos?
El caso de Japhet: Durante el pasado agosto, El Gigante de Mulegé dio positivo en una prueba antidopaje por clortalidona y furosemida. Tras esto, el nativo de Mulegé fue suspendido 6 meses en la Liga de Japón. Amador argumentó que apelaría dicha suspensión y que el nunca tomaría alguna sustancia para mejorar el rendimiento a propósito. De acuerdo al Cachorrito, dichas sustancias se las brindaron sin su conocimiento a través de productos para el gimnasio.
Sea como sea, la carrera de Amador -al menos en Japón- ya quedó manchada de por vida. Y más aún en un país donde incurrir en un acto como estos es una falta importantísima debido al estricto apego a la ética deportiva que se tiene en el territorio asiático.
El caso de Loaiza: Sin duda alguna, el más polémico y fuerte de los cuatro casos. Como sabemos, Loaiza fue un lanzador de élite durante su carrera en MLB; quedándose muy cerca de llevarse un Cy Young y logrando ser el abridor de un Juego de Estrellas. En febrero de 2018, el tijuanense fue arrestado luego de que se le encontraran más de 20 kg de cocaína. En agosto se declaró culpable y se entregó en marzo pasado a las autoridades para iniciar una sentencia de tres años en prisión.
Esteban ya es un beisbolista retirado, sin embargo, lo que pase de aquí en adelante aún puede manchar sus logros en MLB; tales como que es el lanzador con más triunfos en una temporada junto a Fernando Valenzuela con 21.
El caso de Osuna: Roberto sigue estando proyectado para ser un lanzador histórico en MLB. A sus 24 años ya es el lanzador más joven en la historia en lograr 100 rescates en MLB, es el primer jugador nacido en 1995 en jugar en MLB, el jugador más joven en la historia en lograr un salvamento en entradas extra y todo lo que aún puede lograr en su carrera. Lamentablemente va a estar ese error que siempre lo va a marcar: en mayo de 2018 fue arrestado tras haber agredido a la madre de su hijo en Toronto.
MLB es muy estricto en cuanto a estos temas y tiene una política de violencia doméstica; lo que lo llevó a enfrentar una suspensión de 75 juegos sin recibir paga. Fue abucheado en su regreso a Toronto ahora jugando para los Astros y, como lo mencionamos, pinta para ser un histórico en MLB pero ese detalle siempre va a tener manchado su historial.
El caso de Urías: Considerado dentro de los mejores lanzadores en la organización de los Dodgers. A sus 22 años ya es el lanzador más joven de los Dodgers en lanzar en postemporada, es el lanzador más joven en la historia en ser abridor de un duelo de postemporada. Al igual que Osuna, está proyectado para ser un lanzador -al menos con los Dodgers- histórico. Pero este reciente error va a dejar con una mancha de aquí en adelante su carrera en las Mayores. Fue arrestado la noche de este lunes tras haber agredido a una mujer en el estacionamiento de una zona comercial.
Hasta ahora, MLB no ha dado a conocer la sanción que le impondrán al sinaloense; pero debido al punto que mencionamos antes en cuanto a la política de violencia doméstica, es seguro que vendrá una sanción.
Un error cualquiera lo comete, y esperamos realmente que estos errores sirvan para que aprendan y sepan qué es lo que no debe volver a hacerse, pero no deja de pasar por nuestra mente la pregunta ¿por qué?
¿Por qué manchar su carrera con este tipo de escándalos? ¿Por qué recaen en este tipo de problemas siendo la clase de estrellas que son, podrían ser o fueron?
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