Con el próximo Draft de MLB tan cercano, toca el momento de revivir algunas selecciones de primera ronda que no fueron lo que esperaban. Y aún peor, mencionaremos la selección que estaba disponible y que hoy en día es ampliamente reconocido.
El Draft 2020 de MLB se llevará a cabo este miércoles y será a través de videoconferencia, esto debido al tema de COVID-19 que ya todos conocemos y que impide hacer eventos multitudinarios presenciales.
El día de hoy vamos a recordar aquellas primeras selecciones que no fueron lo que se esperaba así como a las selecciones que estaban disponibles, no fueron tomadas como primera selección y ahora son reconocidos o estrellas en potencia en Grandes Ligas.
Justin Verlander. En el draft de 2004, los Padres de San Diego seleccionaron a Matt Bush por encima del lanzador derecho. Es curioso que San Diego ni siquiera tenía como alternativa a Verlander, pues en aquel entonces tenían los ojos puestos en Jered Weaver, Jeff Niemann y Stephen Drew. Bush logró llegar a la gran carpa pero no con los Padres, sino con los Rangers en 2016. Fue la segunda selección global por los Tigres de Detroit.
Reggie Jackson. En el draft de 1966, los Mets de Nueva York eligieron al receptor Steven Chilcott por encima del que se terminaría convirtiendo en Mr. Octubre. ¿Lo peor de todo? Chilcott ni siquiera logró llegar a las Mayores, mientras que sabemos en lo que logró convertirse Jackson, quien debutó en 1967 con los Atléticos. De hecho, esos Atléticos (que eran en aquel entonces de Kansas City) lo tomaron como segunda selección global.
Barry Bonds. En el draft de 1985, los Medias Blancas de Chicago se inclinaron por Kurt Brown, quien había sido nombrado por el periódico USA Today como el jugador de preparatoria del año. Brown nunca logró dar el salto al big show, mientras que de Bonds basta con mencionar que rompió el récord de más cuadrangulares en toda la MLB. Los Piratas de Pittsburgh lo tomaron en aquel draft como sexta selección global.
Mark McGwire. En 1984, los Gigantes de San Francisco preferieron firmar a Alan Cockrell por encima de Big Mac. McGwire se perfilaba para ser la primera selección global por los Mets de Nueva York, pero tampoco lo eligieron y McGwire fue elegido como décima selección global por los Atléticos de Oakland. Cockrell apenas y logró disputar 9 encuentros en la gran carpa.
Roy Halladay. En 1995, los Gigantes volvieron a dejar ir a quien se convertiría en una estrella. En aquel entonces, San Francisco decidió firmar a Joe Fontenot, quien debutó en 1997 con los Marlins y terminó lanzando por última vez en 1999 tras lidiar con lesiones en el hombro. Halladay fue elegido por los Azulejos de Toronto y, a pesar de batallar al inicio de su carrera, acabó ganando dos Cy Young y llegó al Salón de la Fama.
Roger Clemens. El Rocket pudo haber sido firmado por los Dodgers de Los Ángeles, pero el equipo prefirió dejarlo pasar y seleccionar a Erik Sonberg en el draft de 1983; esto debido a que buscaban a un zurdo. Clemens, por su parte, fue seleccionado por los Medias Rojas de Boston y ahí se consagró como el lanzador que todos conocemos. Lo más triste, es que Sonberg nunca dio el salto a Ligas Mayores y se quedó 6 temporadas en Ligas Menores.
Greg Maddux. Un caso donde la apariencia no ayudó al talento. En el draft de 1984, los Marineros de Seattle vieron en él a un lanzador delgado y de baja estatura, lo que causó dudas sobre su talento; por ende prefirieron firmar a Mike Christ. Los Cachorros de Chicago sí firmaron a Maddux y ahí comenzó una carrera que daría 8 premios Cy Young. Christ nunca logró llegar a Grandes Ligas, pues se quedó 5 años en Triple A.