El hotel Pfister está ubicado en Milwaukee y tiene cerca de 130 años de historia, aunque ha dado más de qué hablar por supuestas situaciones paranormales que sus inquilinos han vivido, incluyendo beisbolistas de MLB cuando se hospedan ahí.
El último gran hotel del siglo XIX que se mantiene en pie en el centro de Milwaukee es el hotel Pfister, el cual data de 1893. Su historia como tal es tanta que ha sido incluída en el Registro Nacional de Lugares Históricos de Estados Unidos.
Sin embargo, a pesar de ser un edificio que entra en la historia americana por su arquitectura, su importancia y los eventos que ha albergado, también ha sido tema de conversación por los supuestos eventos paranormales que se han sucitado dentro. Y sí, los peloteros que se han hospedado ahí no han estado excentos de dichos eventos y muchos han contado sus experiencias.
Historia
Guido Pfister y su hijo Charles vieron su visión realizada en 1893 cuando inauguraron el llamado en aquel entonces Grand Hotel of the West. En aquel año, a los Pfister les costó poco más de $1 millón de dólares la construcción del hotel, el cual presentaba muchas innovaciones en aquel entonces como tratamiento para ser resistente al fuego, sistema de electricidad en todo el hotel y controles de termostato en casi todas las habitaciones. Incluso, por aquel entonces, presumía ser el único hotel a prueba de fuego en todo Milwaukee.
Fue diseñado por el arquitecto Charles Koch con un estilo neorrománico. En 1962, fue adquirido por el empresario Ben Marcus, quien lo renovó para que volviera a mostrar su belleza original y mandó construir una torre en la parte trasera del hotel donde se instalaron 23 nuevas habitaciones. Hasta el día de hoy, el hotel Pfister se considera todavía como un icono de prestigio y lujo en todo Milwaukee.
Los casos paranormales
Por el mismo prestigio que mantiene el hotel, MLB y varias de sus equipos han elegido este hotel como su sede para descansar cuando tienen que viajar a Milwaukee para enfrentar a los Brewers. Sin embargo, de acuerdo al relato de varios jugadores, parece que descansar es lo menos que han podido hacer mientras se alojan en este hotel. Incluso, algunos peloteros han decidido buscar otro lugar donde quedarse para evitar las experiencias paranormales que varios han vivido aquí.
Bryce Harper: El ahora jugador de los Phillies tuvo uno de estos llamados eventos cuando era pelotero de los Nationals en 2012. Mientras se quedaba en este hotel, Harper comenta que dejó su camisa y pantalones sobre una mesa justo antes de ir a dormir. Al despertar, Harper afirma y jura que su ropa se encontraba en el suelo, mientras que la mesa estaba al otro lado de la habitación. “No tengo idea de que diablos había pasado, creí que alguien había entrado a mi habitación pero cuando revisé la puerta, esta todavía tenía el seguro puesto”.
Harper creyó que alguno de sus compañeros le había jugado una broma, pero nadie sabía sobre lo sucedido. Tras esto, Bryce pidió ser cambiado a otra habitación.
Carlos Gómez: El jugador dominicano afirma haber escuchado voces durante su estadía en el hotel Pfister. Su peor historia sucedió en una ocasión en que salió de la ducha y comenzó a escuchar estática provenir de su iPod. Inmediatamente, Gómez tomó el iPod, el cual se cambió por sí solo a otra canción. Gómez salió de su cuarto hacia el lobby antes de siquiera poder ponerse los pantalones. “Me asusta ir ahí. Deberían cambiarnos el hotel, a nadie le gusta quedarse ahí. ¿Por qué siempre nos ponen en ese hotel donde ni siquiera podemos dormir?” dijo Gómez.
Además, agregó: “todo ahí da miedo. Todo en el hotel, las pinturas, las fotos, hay muchas cosas viejas, cosas muy locas. Nada bueno”.
Carlos Martínez: “El Tsunami” es otro de los jugadores que ha visto cosas en el Pfister. En 2018, tanto Martínez como Marcell Ozuna (que en ese entonces jugaban para los Cardinals) afirmaron haber visto fantasmas en sus cuartos. Mediante un video en Instagram, Martínez dijo: “estamos aquí en Milwaukee y acabo de ver un fantasma. En el cuarto de Ozuna, le vio otro. Estamos todos aquí, estamos en el cuarto de Peñita (Francisco Peña). Vamos a dormir juntos, si llegamos a ver otro fantasma, vamos a pelear todos juntos”.
Ji-Man Choi: El pelotero coreano es una persona que ha declarado creer en este tipo de temas, además de admitir sentirse más cómodo cuando los fantasmas están presentes. Durante su primera noche en el hotel en 2016, Choi dijo que no podía dormir bien debido a los espíritus inquietos que rondaban. “Al princpio estaba asustado, así que decidí no abrir los ojos. Me he enfrentado a este tipo de cosas más de una vez”.
En alguna otra ocasión, Choi afirma que sintió como un espíritu se acercó y lo abrazó mientras que otro espíritu le susurró algo al oído.
Michael Young: Esta es quizá la mejor historia de un beisbolista en este hotel. Young se la contó ESPN la revista hace algunos años y dejó más que claro que no cree tanto en estos temas, pero afirmó que lo que vivió fue cierto. El ex-pelotero dijo que estaba acostado en su cama luego de un juego, su habitación estaba cerrada pero escuchaba pasos dentro de su habitación. Young ya había escuchado sobre las historias de este hotel, así que dormir fue algo que se le dificultó.
En algún punto, Young solamente dijo en voz alta: “oye, siéntete como en casa. Da una vuelta, toma asiento, lo que quieras, solo no me despiertes, ¿está bien?”, acto seguido el jugador afirma haber dejado de escuchar los pasos por el resto de la noche.
C.J. Wilson: El ex-lanzador le contó varios historias a ESPN la revista. En una, afirma que estaba en su computadora navegando por internet y enviando algunos correos, cuando de repente las luces comenzaron a parpadear. Lo único que pudo pensar fue en lo molesto que estaría si su computadora se apagaba, entonces las luces y la televisión se apagaron. De inmediato, las luces volvieron a encenderse, pero la luz de la entrada se apagó.
Wilson cuenta que al día siguiente, se reunió con sus compañeros en el parque y todos tenían una historia que contar. Uno contó que escuchó cosas raras, otro se quedó encerrado en el baño y tuvo que ir personal del hotel a sacarlo, a otro le apagaron las luces mientras tomaba un baño y otro afirmaba haber visto algo.
Durante la temporada regular de este año, Mookie Betts decidió rentar un Airbnb para evitar hospedarse en el hotel Pfister. En 2010, Pablo Sandoval y Edgar Rentería decidieron salirse del hotel y rentar habitaciones en otro tras haber escuchado cosas extrañas.
Las historias son tales que se habla de un jugador de los Dodgers que tuvo que dormir con su bat tras haber recibido un enorme susto.